El trueque fue la primera forma de llevar a cabo los intercambios comerciales. Luego lleg� la llamada "moneda natural", una mercanc�a preciada, aunque abundante, cuyo valor estaba m�s o menos convenido: sal, ganado, herramientas, armas...

Poco a poco, las primeras piezas met�licas realmente consideradas como monedas evolucionaron en su dise�o hasta llegar a su forma circular. En 1856, cuando se cre� el Banco de Espa�a, hab�a 15 bancos emisores y 21 monedas diferentes en nuestro pa�s. En 1868, naci� la peseta. Un Decreto de aquel a�o establec�a que ser�a la unidad monetaria "en todos los dominios espa�oles". Este Decreto tambi�n fijaba los metales, peso y ley de las distintas piezas, seg�n las especificaciones t�cnicas de entonces reci�n creada la Uni�n Monetaria Latina (1865), de la que formaron parte Francia, Italia, B�lgica, Suiza y Grecia. La Uni�n Monetaria Latina (primer intento de crear una moneda �nica europea) dej� de ser efectiva con el inicio de la I Guerra Mundial y fue formalmente disuelta en 1927.

Tras la II Guerra Mundial, los intentos de crear una Europa �nica se reanudaron. En 1958 se cre� la Comunidad Econ�mica Europea, punto de partida de la actual Uni�n Europea, dentro de la cual nace el Euro, la moneda que, a partir de 1999, ser� el s�mbolo de la fortaleza econ�mica europea.


El Euro, la moneda del siglo XXI, ser� muy pronto la moneda com�n en Espa�a y en el resto de la Uni�n Europea. un medio econ�mico y financiero lleno de ventajas que nos har� sentir  m�s fuertes y m�s europeos que nunca, porque nos facilitar� los contactos, comunicaciones e intercambios con Europa.

Con el euro se abren para todos nuevas oportunidades. A partir de 1999, el mundo financiero y empresarial comenzar� a operar en euros. Y nosotros, los ciudadanos de a pie,  seguiremos utilizando nuestras monedas nacionales en la vida diaria hasta el a�o 2002, fecha en la que el Euro nos abrir� definitivamente las puertas de una Europa, a�n m�s pr�spera y competitiva.

Conforme a la decisi�n adoptada por los jefes de Estado y de Gobierno en la reuni�n del pasado mes de Mayo de 1998, los pa�ses que conforman el grupo inicial del Euro son: Irlanda, Finlandia, Alemania, Holanda, B�lgica, Luxemburgo, Austria, Francia, Italia, Espa�a y Portugal.

Los pa�ses que voluntariamente han renunciado a formar parte de este grupo inicial han sido: Reino Unido, Dinamarca y Suecia. El �nico pais que no ha podido entrar por no cumplir con m�s de uno de los  requisitos  establecidos ha sido Grecia.

El Euro garantiza nuestro poder adquisitivo, as� como nuestros ahorros, la �nica diferencia que vamos a notar, es el nombre de la moneda y el valor resultante al realizar el cambio.

Todos los contratos que en su d�a fueron pactados en pesetas -ya sean contratos de trabajo, de t�tulos valores, deudas o de cualquier otro tipo- seguir�n siendo v�lidos en los mismos t�rmino en que fueron acordados (cuant�as, tipos de inter�s, plazos de amortizaci�n, etc.) Aunque no se alteren las relaciones contractuales, los cobros y pagos a que den lugar dichos contratos podr�n realizarse en Euros a partir del 1 de enero de 1999, siempre que las partes as� lo acuerden.


El Euro

La introducci�n del Euro tendr� efectos positivos en m�ltiples aspectos de nuestra vida diaria.

Una parte importante de los bienes que consumimos no proceden de Espa�a. El hecho de que los importadores no tengan que efectuar cambios de moneda para adquirirlos y, por tanto, se ahorren las comisiones que llevan aparejadas estas operaciones, conllevar� una moderaci�n en el precio de estos bienes. Adem�s, la eliminaci�n de la incertidumbre que supone no conocer la evoluci�n futura del "precio" de la peseta en relaci�n con otras monedas incentivar� el comercio entre los pa�ses de la Uni�n, ampliando la oferta de bienes a nuestra disposicion, incrementando la competencia y permiti�ndonos comprar f�cilmente. Todo ello tendr� un efecto disciplinante sobre la evoluci�n de los precios.

Los beneficios potenciales del Mercado Unico Europeo (eliminaci�n de barreras y obst�culos al comercio de bienes, presentaci�n de servicios y circulaci�n de capitales)se ver�n acrecentados notablemente.

Por otra parte, la estabilidad de precios derivada de la implantaci�n del euro favorecer� a los colectivos que perciben rentas fijas, como pensionistas, y aquellos que disponen de ahorros. Colectivos que, por lo general, ven erosionada su situaci�n econ�mica en �pocas de alta inflacci�n.


Para evitar la obtenci�n de beneficios indebidos por la introducci�n del Euro, se han definido normas que garantizan una utilizaci�n exacta de los tipos de conversi�n y de los m�todos de redondeo.

Los tipos de conversi�n tendr�n seis cifras siginificativas, que no deben redondearse ni acortarse. Unicamente deben utilizarse los tipos de conversi�n del Euro en t�rminos de cada una de las monedas participantes. Para realizar el paso de las monedas nacionales al euro, deber� dividirse por el tipo de conversi�n. Para convertir Euros en monedas nacionales, deber� multiplicarse por el tipo de conversi�n.

No existir�n tipos bilaterales de conversi�n entre las monedas nacionales. Para pasar de una moneda nacional a otra, deber� convertirse en primer lugar la moneda nacional a Euros; el resultado habr� de calcularse con tres decimales. El importe en Euros deber� a continuaci�n convertirse a la otra moneda nacional, redonde�ndose la cantidad convertida la menor unidad de dicha moneda en el caso de que la tercera cifra decimal sea de 0 a 4, y la siguiente unidad en el caso de que sea de 5 a 9.